Sardinas adobadas

Ingredientes

  • 8 sardinas frescas
  • 400 ml. de vino blanco seco
  • ½ cebolla
  • 2 zanahorias
  • 1 tallo de apio
  • 2 ramitas de perejil
  • 1 hoja de laurel
  • aceite de oliva
  • hinojo seco
  • 2 huevos
  • harina
  • sal y pimienta

Preparación

En un cazo, mezclamos la cebolla, las zanahorias y el apio, cortados en rodajitas finas, con el vino, el perejil, el laurel y un pellizco de hinojo. Añadimos 400 ml. de agua, sazonamos con sal y pimienta y llevamos a ebullición. Cocemos a fuego suave durante 20 minutos; dejamos enfriar.

Lavamos las sardinas, les quitamos la cabeza y las vísceras (si las sardinas son grandes, será preciso desescamarlas bajo el chorro del agua fría). Retiramos la espina central, abrimos por la mitad a lo largo, las separamos totalmente y las introducimos en el adobo. Dejamos macerar tapadas durante 2 horas, dándoles la vuelta de vez en cuando.

Las retiramos del adobo, las rebozamos con harina, las pasamos por huevo batido y las freímos en abundante aceite caliente. Servimos acompañadas con una ensalada verde.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y que tal escabechadas, Rosa?

Unknown dijo...

Por supuesto, es otra opción de cocinar sardinas. Las sardinas en escabeche son la forma tradicional casera de conservar las sardinas cuando las encuentras frescas y baratas en el mercado. Cuestión de gustos o de lo que apetezca en cada momento.
Gracias por tu comentario.

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